Hay muchos tipos de negocio que, por sus actividades, pueden generar propiedad intelectual de distinto tipo. Asimismo, puede suceder que tengamos que pagar por el uso de algún tipo de know-how, marcas o derechos de autor.
En este artículo veremos en que consiste un royalty; terminología estrictamente relacionada a todo lo que tiene que ver con propiedad intelectual o industrial. Por tanto, conocer el concepto es fundamental para cualquier empresario.
- 1. En qué consiste un royalty
- 1.1. Derechos relacionados con los royalty
- 1.2. Compraventa de derechos
- 2. La gestión del royalty
- 2.1. La gestión contable del royalty
- 2.2. Negociar un royalty
En qué consiste un royalty
Hay muchos conceptos básicos que todo empresario debe de conocer; el royalty es sin lugar a duda uno de ellos. Básicamente consiste en el pago que se hace por la utilización de un determinado derecho de propiedad intelectual o industrial que pertenece a una persona física o empresa.
Ahora bien, como veremos más adelante, no debemos de confundir los royalty con la compraventa de patentes. Utilizando un ejemplo sencillo, un royalty sería como el pago de un alquiler para vivir en una vivienda; no estamos comprando la vivienda, simplemente pagamos un dinero para su uso (o explotación en el caso de local comercial).
Derechos relacionados con los royalty
Existen distintos tipos de derechos de propiedad intelectual e industrial que están relacionados con el pago de royalty. Los más comunes y que se suelen ver mucho en empresas son los derechos de autor (de un libro por ejemplo), el uso de una marca para explotarla o de una patente para fabricar un producto.
Otro concepto que se está viendo cada vez más, y que se adquiere pagando mediante un royalty, es el know-how. Este concepto, que en español sería como un "saber-hacer" (no tiene traducción literal), implica la compra de un conocimiento acerca de como llevar una empresa o técnicas de venta.
Compraventa de derechos
Como hemos comentado anteriormente, no debemos de confundir el concepto de royalty con las compraventas de patentes u otros derechos de propiedad intelectual o industrial. Cuando hacemos una operación de compraventa, nos adueñamos del derecho y por tanto nos corresponde su propiedad.
Los royalty se pagan cuando se "alquilan" los derechos de uso; por tanto si estamos pagando un royalty no tenemos la capacidad de vender ese derecho, pues el mismo no nos pertenece. La compraventa de patentes, marcas y otros derechos relacionados, es un tema muy distinto al que aquí tratamos.
La gestión del royalty
Aquellos empresarios que ya tengan experiencia en el pago de royalty, sobre todo si vienen del extranjero, probablemente ya saben que este tema es algo más complejo de lo que en un principio parece. Es recomendable, por tanto, contratar a un experto para la gestión de este tipo de operaciones.
Incluso pueden existir repercuciones fiscales por el pago de royalty, o cuando nosotros somos los que cedemos el uso de un derecho que nos pertenece. Es buena idea, sobre todo si hacemos una operación con un residente en el extranjero, consultar con un asesor fiscal que conozca bien el funcionamiento de los royalty.
La gestión contable del royalty
Como sucede con cualquier operación que hacemos en nuestra empresa, el pago de un royalty (o cuando nosotros recibimos el pago por parte de un terecero) debe de constar en la contabilidad de nuestra empresa. Es importante tener esto en cuenta, porque puede existir implicaciones fiscales por hacer este tipo de operaciones como ya hemos dicho.
Resulta evidente, por otra parte, que el royalty se debe de hacer constar como un ingreso en nuestra contabilidad; cuando nosotros lo pagamos debe de estar como un gasto de nuestra empresa. Para este tipo de operaciones, así como para otras más ordinarias o rutinarias, siempre es buena idea contar con un programa de facturación que nos permita crear y editar gastos.
Negociar un royalty
De la misma forma en la que podemos tener cierto poder de negociación para conseguir buenas condiciones con los proveedores, siempre podemos tener cierto margen de negociación a la hora de "alquilar" el derecho de uso de una patente, marca o know-how.
Dependiendo de la posición que tenga la empresa, o persona física, con la que estamos negociando, podemos intentar conseguir un royalty que se ajuste de mejor forma a nuestras necesidades. Ya que este tipo de acuerdos son entre privados y manejan bienes inmateriales que no tienen precios fijos en el mercado, debemos de ser cautos al negociar.