Frecuentemente se define el balance de situación como una imagen fotográfica de la situación real de una empresa en un momento determinado.
Esto es así porque este balance, también denominado general, refleja la situación patrimonial de la sociedad, recogiendo los activos y pasivos de la misma.
- 1. Los balances de la situación empresarial recogen activos y pasivos de la sociedad
- 2. El patrimonio neto es otro aspecto recogido en los balances sobre la situación de la empresa
Los balances de la situación empresarial recogen activos y pasivos de la sociedad
Visto así, el balance de situación es un documento fundamental. Debidamente ordenado, recoge conceptos como el activo, el pasivo y el denominado patrimonio neto de la empresa.
En el apartado del activo existen dos grupos, como son el activo corriente y el no corriente. Como activo corriente se entienden bienes y derechos que entran y salen de la empresa, como clientes o cuentas bancarias, mientras que el no corriente engloba los bienes con existencia duradera, como las oficinas o mobiliario, también denominados “inmovilizado”.
En relación con el concepto de pasivo del balance de situación también se diferencian otros dos grupos, caracterizados igualmente como pasivo corriente o no corriente. En el caso de pasivo corriente, hablamos de deudas con terceros, como bancos o proveedores, que deben retornarse durante el mismo ejercicio.
El pasivo no corriente lo forman deudas que tengan, por el contrario, plazo de retorno superior a ese año.
El patrimonio neto es otro aspecto recogido en los balances sobre la situación de la empresa
El tercer elemento del balance de situación de la empresa es el patrimonio neto. La categoría se diferencia en tres conceptos.
Los fondos propios los constituyen aportaciones a fondo perdido de socios, resultados obtenidos por la entidad en su existencia y resultados del ejercicio actual. Otro concepto son las subvenciones, donaciones y legados que no deben ser retornados.
Finalmente, los denominados ajustes por cambio de valor, que solamente suelen ser aplicable a empresas de gran tamaño.
Hay que tener en cuenta para una contabilidad correcta que tanto la suma de los activos, como la de los pasivos junto al patrimonio neto tienen que ser cantidades idénticas.
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