Cualquier empresario sabe que, además de ponerle mucho esfuerzo a su trabajo, a la actividad principal que realiza en su negocio, es fundamental cuidar la parte financiera de la empresa; si no se hace corremos el riesgo de perder mucho dinero por descuidados.
El análisis de los ratios financieros es una tarea esencial a la hora de estudiar la situación económica y patrimonial de nuestra empresa. Los ratios nos ofrecerán información muy útil a la hora de tomar decisiones económicas de todo tipo en nuestro negocio.
- 1. Qué son y para qué se usan los ratios financieros
- 1.1. Algunos ejemplos de ratios financieros
- 1.2. Uso que le podemos dar a los ratios
- 2. Cuándo pueden afectar a mi negocio los ratios financieros
- 2.1. Qué información necesitamos para hacer los ratios financieros
- 2.2. Cuándo es importante que calcule un ratio
Qué son y para qué se usan los ratios financieros
Los ratos financieros son ecuaciones matemáticas que utilizan distintos datos económicos, normalmente obtenidos de los libros contables, que arrojan resultados que se expresan numéricamente. Estos números que sacamos de las ecuaciones se deben de interpretar según unos determinados parámetros, para así poder saber un aspecto concreto de nuestra salud económica y financiera.
Ahora bien, y antes de hablar de los ratios con un poco más de profundidad, es necesario que sepamos que la contabilidad resultará fundamental para poder hacer los ratios. A su vez, si no tenemos una buena gestión de la facturación, cosa que podemos lograr fácilmente con un software como Factura2, es muy probable que nuestra contabilidad esté mal. Si esto es así los ratios no servirán de nada, pues nos arrojarán información falsa; si tomamos decisiones económicas con datos falsos, los perjuicios pueden ser incalculables a corto y largo plazo.
Algunos ejemplos de ratios financieros
Hay algunos ratios muy comunes y fáciles de interpretar, además de ser útiles para saber cómo va nuestro negocio. Uno de ellos está relacionado con el fondo de maniobra; fondo de maniobra = activo corriente / pasivo corriente. Este ratio pone de manifiesto nuestra capacidad económica a corto plazo, siendo esta favorable si el resultado es mayor a 1.
Otro ratio muy conocido, sobre todo en empresas con inversores o que cotizan en bolsa, es el de rentabilidad financiera (ROE). Entre mayor es el número que obtengamos de la ecuación más rentable es nuestra empresa, y más eficiente en la explotación de sus recursos propios: ROE = beneficio neto después de impuestos / fondos propios.
Uso que le podemos dar a los ratios
Los ratios financieros no son algo que solo esté al alcance de personas muy entendidas en economía o ciencias empresariales. Es cierto que personas con instrucción específica en finanzas podrán entender y aplicar mejor los ratios, pero eso no quita que puedan estar al alcance de cualquier propietario de un negocio, independientemente de su instrucción académica y de la actividad comercial o industrial que realice.
En definitiva, la utilidad de los ratios es muy clara; podríamos decir, incluso, que son necesarios para tomar buenas decisiones, sobre todo en materias de inversión, endeudamiento y expansión de negocios (por ejemplo, después de un periodo vacacional). Dándoles un uso correcto, podremos conocer nuestra capacidad de endeudamiento, rentabilidad de nuestra empresa, liquidez de nuestros activos, así como conocer otros muchos datos de vital importancia para la toma de cualquier decisión económicamente mínimamente relevante.
Cuándo pueden afectar a mi negocio los ratios financieros
Toda vez que ya hemos visto un poco qué son los ratios, hemos hablado de algunos ejemplos concretos y hemos resaltado su gran utilidad, es probable que nos podamos preguntar cuándo es el mejor momento para hacer estos análisis. Esta pregunta tiene, a su vez, dos vertientes: por un lado, hay que saber cuándo se "pueden hacer" y, por otro, cuándo necesitamos saber la información que estos ratios revelan.
Estas dos preguntas son importantes, asimismo, por dos razones: necesitamos cierta información concreta, que no siempre se tiene, para poder obtener resultados válidos o útiles para la toma de determinadas decisiones; en algunas operaciones nos interesará hacer unos determinados ratios, mientras que en otras algunos pueden ser absolutamente inútiles e, incluso, distraernos de lo que realmente importa en ese momento.
Qué información necesitamos para hacer los ratios financieros
Hemos dicho que lo más normal es acudir a la contabilidad, cuando queremos hacer un ratio concreto. Ahora bien, no tiene la misma información un libro de bienes de inversión y un libro mayor. No obstante, la mayoría de ratios importantes o que son útiles en la mayoría de casos se pueden obtener básicamente de dos documentos: por un lado, destacamos la relevancia del balance de situación, por otro, de la cuenta de pérdidas y ganancias.
Con la información del balance de situación podremos hacer ratios referidos a activos y pasivos, como sucede en el caso del ratio de fondo de maniobra. Lo normal es tener un balance de situación anual; si queremos un ratio actualizado podemos hacer un balance antes de que termine el año. Con la cuenta de pérdida y ganancias normalmente vemos ratos de rentabilidad; esta cuenta la tendremos solo al final de cada ejercicio por regla general.
Cuándo es importante que calcule un ratio
Algunos ratios financieros, como el de rentabilidad que comentamos más arriba, son fundamentales para poder vender acciones o participaciones; conocer que significan también nos pueden ayudar si los compradores somos nosotros. Ese ratio que mencionábamos, junto con muchos otros, nos indicarán que tan bien (o mal) funciona un negocio concreto, al menos, en lo económico.
Otro momento en el que un ratio nos puede afectar, y es un momento preciso para tenerlos muy en cuenta, es cuándo vamos a endeudarnos o abrir una nueva línea de crédito; lo mismo sucede cuando lo que queremos es hacer una inversión que implicará un aumento de costes a corto plazo. Ratios relacionados con la liquidez nos ayudarán a determinar nuestra capacidad de pago a corto plazo.