Desgraciadamente cuando gestionamos una empresa puede que tengamos algún tipo de problema con los trabajadores. En algunos casos, además, puede que por la falta de ingresos no podamos afrontar los salarios y los gastos de la seguridad social.
Los despidos entran en juego, normalmente, por alguna de estas situaciones en el ámbito de un negocio. No obstante, hay que saber diferenciar entre despidos procedentes y despidos improcedentes; lo veremos a continuación.
- 1. Los despidos procedentes e improcedentes
- 1.1. Cuándo es improcedente un despido
- 1.2. Indemnizaciones por despidos
- 2. Cómo actuar frente a un despido
- 2.1. Realizar un despido procedente
- 2.2. Qué hacer ante una demanda por despido
Los despidos procedentes e improcedentes
Los despidos procedentes son aquellos que se hacen teniendo una causa objetiva o justificada para proceder a separar al trabajador de la plantilla. Es importante, por eso, conocer la legislación laboral para poder gestionar correctamente este tipo de situaciones.
Hay que tener en cuenta, por otra parte, que las inspecciones de trabajo (que antes operaban con el libro de visitas) pueden en algún caso poner de manifiesto problemas con los despidos. Si hacemos muchos despidos, sobre todo si son improcedentes, la administración puede sospechar sobre nuestras prácticas empresariales.
Cuándo es improcedente un despido
Si despedimos a un trabajador, por ejemplo, por faltas disciplinarias graves esto se suele considerar normalmente un despido procedente. Sin embargo, debemos de poder probar que el trabajador ha incurrido en algún tipo de falta; si no tenemos pruebas suficientes el despido podría ser considerado como improcedente por un juzgado.
Por eso decíamos que era importante conocer las leyes laborales; así como para pagar nuestros impuestos suele ser necesario conocer, al menos de forma superficial, la Ley General Tributaria, en el ámbito laboral puede ser necesario tener que consultar el Estatuto de los Trabajadores.
Indemnizaciones por despidos
Hay que tener claro, en primer lugar, que todos los despidos que se consideren improcedentes por no ajustarse a las normas laborales, generan la obligación de pagar una indemnización al trabajador. Si hemos despedido a un trabajador, cualquiera que sea la razón que lo hace improcedente u otras cuestiones como los grupos de cotización, un tribunal nos puede obligar a pagar una cantidad de dinero.
En los despidos considerados como procedentes, por otra parte, la cuestión es un poco más complicada. Puede existir, o no, la necesidad de pagar una indemnización. Si despedimos porque el trabajador falta al trabajo de forta reiterada y no justificada, no tendremos que pagar nada; si el despido es por causas ajenas al trabajador estaremos obligados a dar una indemnización aun cuando el despido sea procedente.
Cómo actuar frente a un despido
La forma en la que debemos de actuar frente a un despido, ya sea antes de tener que hacerlo, o después, por ejemplo frente a una demanda en un tribunal de lo social, es una preocupación muy extendida entre muchos empresarios. No existe una forma única de actuar frente a situaciones como estas, pero si podemos dar algunos consejos útiles.
Veremos a continuación, por tanto, que hacer si nos vemos en la necesidad de despedir a un trabajador y que debemos de hacer si nos enfrentamos a una demanda por despido improcedente.
Realizar un despido procedente
Lo primero que debemos de decir, ante todo, es que debemos de evitar un despido improcedente incluso aunque la situación empresarial o con el trabajador pueda ser complicada. Asimismo, en ningún caso debemos de emprender una empresa buscando la rentabilidad en despedir de forma deliberada a un trabajador. Despedir por falta de ingresos debe de ser, por tanto, la última alternativa de cualquier empresario responsable.
Si el despido se tiene que hacer, por causas objetivas o porque el trabajador tiene una conducta claramente inapropiada, nunca es mala idea consultar con asesor o abogado previamente. Las gestorías, aunque no todas, pueden ofrecer servicios de asesoría de este tipo.
Qué hacer ante una demanda por despido
Hay que tener en cuenta que el hecho de que nos demanden, por despido improcedente, no quiere decir que el mismo lo sea. Si hemos cumplido con la ley y podemos probar que concurran causas justificadas para el despido, no deberíamos de tener mayores problemas.
No obstante, frente a una demanda, debemos de recurrir cuanto antes a un abogado que nos puede ayudar en estos temas. Preferentemente debemos de trabajar con expertos en el ámbito laboral, que conocen de cerca como funcionan este tipo de procesos.