Alfredo 
Como todos sabemos, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es un impuesto que aparece casi siempre en nuestras facturas, tanto en las que recibimos como en las que emitimos a nuestros clientes.
No obstante, muchos autónomos y pequeñas sociedades pueden tener dudas sobre como se relaciona este impuesto con nuestra contabilidad. Por eso, daremos algunas pautas básicas de como contabilizar el IVA y algunos cosejos para que esta tarea no resulte difícil o demasiado tediosa.
- 1. ¿Cuáles son las pautas para contabilizar el IVA?
- 1.1. Registrar el IVA en nuestra contabilidad
- 1.2. Ejemplo de IVA en la contabilidad
- 1.3. El IVA en el Balance
- 2. ¿Cómo nos puede ayudar un programa de facturación con esta tarea?
- 2.1. Ventajas al contabilizar el IVA
¿Cuáles son las pautas para contabilizar el IVA?
Para poder contabilizar el IVA debemos de tener claro, como punto de partida, que este se ubica en nuestros Balances como un pasivo. Si bien cuando emitimos una factura a un cliente el IVA parece ser un ingreso y cuando compramos algo un gasto, esto es realmente un poco más complicado.
En principio, la filosofía de este impuesto es que el que tiene la carga sobre él es el consumidor final; el que sufre este impuesto son realmente nuestros clientes. Ahora, en nuestra contabilidad estrictamente hablando, el IVA es un gasto.
Registrar el IVA en nuestra contabilidad
Si queremos ser más específicos, y así poder entender realmente como se debe de contabilizar el IVA, hay que conocer como se registra este impuesto en la contabilidad. Cuando nos remitimos al Plan General de Contabilidad (PGC), vemos que el IVA está en el grupo de cuentas 4 (acreedores y deudores).
Concretamente, dentro del grupo 4, debemos de contabilizar el IVA utilizando las cuentas del sub-grupo 47 (administraciones públicas). Allí, las cuentas 470 a 479 permiten contabilizar este impuesto correctamente.
Ejemplo de IVA en la contabilidad
En la práctica las cosas se complican un poco más, porque tendremos que tener en consideración otras cuentas para registrar bien nuestras operaciones. Supongamos que compramos mercaderías por valor total de 1210 a nuestros proveedores, siendo el IVA del 21%, quedaría así:
En el debe tendríamos la compra de mercaderías (cuenta 600) por valor de 1000 euros y el IVA soportado (cuenta 472) por valor de 210 euros. En el haber quedaría la cuenta proveedores (cuenta 400) con un total de 1210 euros.
El IVA en el Balance
Como decíamos antes, el IVA también tiene que aparecer en nuestro Balance y la forma de contabilizarlo es un poco distinta. En este caso, el IVA será un pasivo claramente.
Recuerda, eso sí, que el IVA y la gran mayoría de impuestos (por no decir todos) son pasivos corrientes porque el tiempo que estará en nuestra contabilidad es menor a un año. Esto es así, porque la obligación de pagarlo es trimestral o en su caso mensual.
¿Cómo nos puede ayudar un programa de facturación con esta tarea?
Hoy en día, cada vez más los autónomos y las pequeñas empresas están empezando a utilizar software de gestión de negocios y de facturación que antes solo eran asequibles para las grandes sociedades mercantiles.
Los programas de facturación online, como Factura2.com, son muy fáciles de utilizar y mucho más baratos que antes, por lo que puede ser interesante valernos de sus ventajas para llevar mejor nuestras cuentas.
Ventajas al contabilizar el IVA
Con un software de facturación, el empresario podrá saber en todo momento cuanto IVA va a tener que pagar cada trimestre, porque el programa va haciendo los cálculos tanto de las facturas que recibimos como las que emitimos.
Hacer estos cálculos manualmente es tedioso, por lo que tenerlo siempre disponible es cómodo y nos puede ayudar a gestionar mejor el dinero de nuestra empresa. Asimismo, además de calcular el IVA de las facturas, podemos configurarlo para que asigne determinados porcentajes a determinadas actividades (10% a restaurantes por ejemplo).
Finalmente, este tipo de software online nos permite tener nuestras cuentas accesibles desde cualquier sitio de forma cómoda, por ejemplo con un ordenador portatil o incluso desde el móvil. De esta forma podemos acceder a nuestras facturas en casa o en cualquier otro lugar
