Cuáles son los principales tipos de contratos

En nuestro ordenamiento existen muchos tipos de contratos que se utilizan para una gran cantidad de cuestiones. A la mayoría de autónomos y pequeños empresarios suelen estar, sobre todo, interesados en los contratos laborales.

No obstante, mencionaremos en este artículo de forma general los distintos tipos de contratos que existen en nuestra leyes. Luego explicaremos los muchos tipos de contratos laborales que hay y para que se usan.

Qué tipos de contratos usamos en España

Cuando hablamos de contratos nos referimos, básicamente, a tres grandes categorías contractuales. Tenemos por un lado los contratos civiles y mercantiles y por otro los laborales.

Los contratos civiles son muy comunes; por ejemplo los contratos de arrendamiento de vivienda se basan en leyes civiles, específicamente en la Ley de Arrendamientos Urbanos.

Contratos civiles y mecantiles

La diferencia fundamental entre los contratos civiles y mercantiles, por más que pueden ser muy parecidos en algunos casos como en la compraventa, es que en los civiles no intervienen comerciantes y los mercantiles sí.

Cuando una empresa compra a otra empresa insumos o bienes para producir, por ejemplo, estmaos ante un contrato mercantil de suministro; si arrendamos un piso como vivienda, por otra parte, estaremos frente a un contrato civil.

Dependiendo de estar ante un caso u otro, las leyes aplicables serán distintas; esto tendrá relevancia en muchos aspectos fundamentales. Ante cualquier duda sobre contratos, no obstante, es conveniente consultar con una abogado o asesor.

Contratos de trabajo

Los contratos laborales, o contratos de trabajo, son aquellos tipos de contratos que nos permiten tener trabajadores en nuestra empresa para que realicen cualquier función que necesitemos; un cajero en una tienda o un obrero, son trabajadore por cuenta ajena (por cuenta del empresario) y requieren tener un contrato laboral.

No obstante, como sabemos, existen muchas formas de contratar. Además de los conocidos contratos por tiempo indefinido y temporales, existen otros que pueden ser interesantes en ciertos casos.

Contrato por tiempo indefinido y temporales

El contrato por tiempo indefinido es el típico contrato que se utiliza cuando tenemos un trabajador "fijo" en nuestra empresa. Suelen aportar mayor seguridad al trabajador pues para proceder al despido se requieren causas justificadas como las disciplinarias o incumplimientos graves de sus funciones.

Los contratos temporales, muy utilzados actualmente por causa de la crisis económica, fueron creados para usarse para contratar trabajadores que no se necesitan por demasiado tiempo. Hay que tener en cuenta que, en algunos casos, contratar a alguien como temporal cuando realmente es fijo nos puede traer problemas ante inspecciones de trabajo.

Contratos de formación y de prácticas

El contrato de formación y el contrato de prácticas son dos tipos de contratos que pueden ser muy útiles tanto para el empresario como para el trabajador. Por parte del empresario, sea autónomo o una PYME, la ventaja está en poder incorporar gente joven a bajos costes, con la posibilidad de luego contratarlos como fijos o indefinidos en nuestra empresa.

Para los trabajadores que están en prácticas o formación, en muchos casos gente joven o estudiantes, sirve para adquirir sus primeras experiencias laborales y así conocer el mundo del trabajo de forma directa.

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