Hay personas que creen que cuando hablamos de autónomos no existen categorías o tipos distintos de los mismos. Si bien es verdad que las diferencias entre los distintos tipos de autónomos no son tan marcadas como en el caso de los trabajadores por cuenta ajena, eso no quiere decir que no sea importante conocer sus diferencias.
En este artículo, explicaremos en que consisten los diferentes tipos de trabajadores por cuenta propia, sus características y matices.
- 1. Cuáles son los diferentes tipos de autónomos
- 1.1. Autónomo de actividades profesionales
- 1.2. Autónomo de actividades empresariales
- 1.3. Autónomo en pluriactividad
- 1.4. Autómo dependiente
- 1.5. Autónomo colaborador
- 1.6. Autónomo societario
Cuáles son los diferentes tipos de autónomos
Hay que tener en cuenta que algunas categorías de autónomos no tienen tantas diferencias, en la práctica, como otras. No obstante, hay que tener en cuenta que sí puede verse afectada la forma en la que pagamos impuestos cuando somos uno u otro tipo de autónomo.
Autónomo de actividades profesionales
El autónomo profesional, en algunos casos conocido como freelance, es aquel que realiza cualquier tipo de actividad liberal profesional; el ejemplo paradigmático es el asesor, abogado, técnico, psícologo, entre otros.
En muchos casos, estos autónomos no tendrán muchos gastos en proveedores pues no venden productos sino servicios. Esto provocará, en determinadas ocaciones, que el IVA a ingresar sea relativamente alto por no poder deducir demasiadas facturas recibidas.
Autónomo de actividades empresariales
El empresario autónomo, o trabajador autónomo, es quizás el tipo de trabajador por cuenta propia más común. En este caso estamos frente a esa persona que dirige una tienda, peluquería, taller o cualquier otro tipo de establecimiento donde se oferten bienes o servicios.
Los empresarios, a diferencia de los profesionales autónomos, sí tendrán mayores gastos de proveedores, aunque también podrán por esa misma razón deducir mucho más IVA soportado.
Autónomo en pluriactividad
Hay empresarios que por distintas razones deben de ejercer sus negocios utilizando distintos epígrafes del IAE. En estos casos, sobre todo cuando el autónomo realiza una actividad profesional y otra empresarial, estamos ante autónomos con pluriactividad.
Realmente la única diferencia con otros tipos de autónomos es el aumento de la carga de trabajo. Deberán de tener cuidado en facturar correctamente, preferiblemenete con un buen programa de facturación que facilite la gestión.
Autómo dependiente
El autónomo económicamente dependiente, también llamado TRADE, es aquel que en muchas ocaciones conocemos como el falso autónomo. Es una figura que aparece cuando un trabajador por cuenta propia trabaja para un solo "cliente".
Para poder considerar que existe un autónomo dependiente, la persona debe de recibir un al menos el 75% de sus ingresos de un solo pagador. En estos casos, existirán ciertos matices que diferenciarán al autónomo dependiente, sobre todo para protegerlo frente a eventuales abusos.
Autónomo colaborador
Cuando somos autónomos y estamos trabajando con un familiar, ese pariente puede verse obligado a constar como un autónomo colaborador; siempre que no lo tengamos contratado como trabajador por cuenta ajena (asalariado).
El autónomo colaborador, como explicamos de forma más extensa en otro artículo, goza de algunas ventajas. La más importante es que no debe de pagar IVA y el IRPF lo liquida como cualquier otra persona física.
Autónomo societario
Aquellas personas que son administradoras de una sociedad o accionistas y que además trabajan en la empresa, deben de constar ante la administración como autónomos societarios.
Como ya hemos comentado en otro artículo, pueden existir algunos problemas para los autónomos societarios, sobre todo si están iniciando su actividad; no se pueden beneficiar de las tarifas planas, o reducidas, de la forma en la que lo hacen los demás autónomos.