Mejorar el entorno de trabajo que tenemos en nuestra empresa puede resultar para algunos una obviedad, para otros, irónicamente, puede parecer una cosa algo innecesaria. No obstante, es importante invertir recursos en este aspecto empresarial.
El impacto de un ambiente confortable y agradable de trabajo en el rendimiento general de una empresa, y en concreto en la facturación, es algo que ya está muy estudiado por los expertos. Veremos algunas formas de mejorar el entorno laboral.
- 1. 5 medidas que podemos adoptar para mejorar el entorno de trabajo
- 1.1. 1. Establecer sistemas claros de jerarquía y organización
- 1.2. 2. Fomentar el respeto del espacio personal y el cuidado de las zonas comunes
- 1.3. 3. Motivar a los trabajadores con concesiones puntuales
- 1.4. 4. Invertir en comodidades para los trabajadores
- 1.5. 5. Hacer seguimiento de la forma en que se relacionan los trabajadores entre sí
5 medidas que podemos adoptar para mejorar el entorno de trabajo
Antes de empezar a numerar algunas medidas que se pueden llevar a cabo para mejorar la forma en la que se relacionan nuestros empleados entre ellos, y con nosotros como empresarios, tenemos que destacar lo que para algunos todavía no es una obviedad; antes lo decíamos, mejorar el entorno de trabajo, fomentando que los empleados se sientan cómodos y contentos con lo que hacen es crucial para optimizar el funcionamiento de cualquier negocio; la pregunta que algunos se plantean es por qué.
El porqué de esto realmente es muy sencillo: hay que tener en cuenta que los trabajadores pasan ya no solo casi todo el día en el trabajo, sino que directamente están prácticamente la mayor parte de su vida en la empresa (suponiendo un horario a tiempo completo de 5 días semanales, siendo en algunos casos mucho más). Si vemos esto, tener un ambiente de trabajo agradable es necesario para que, emocionalmente, los trabajadores puedan rendir correctamente en las tareas encomendadas. Esto es algo que toda PYME debe de tener en cuenta, y no es algo solo reservado para grandes corporaciones.
1. Establecer sistemas claros de jerarquía y organización
Esto que vamos a comentar en primer lugar parece algo más propio de la opimización de la gestión interna de la empresa y, en efecto, lo es. Ahora bien, un problema que tienen muchos negocios, sobre todo cuando son de pequeñas dimensiones, es que la jerarquía y la organización (tanto vertical como horizontal) no está muy clara. Esta situación puede provocar conflictos que perjudiquen el entorno laboral, sobre todo si pensamos en enfrentamientos entre los trabajadores.
Para evitar situaciones desagradables, donde se derive trabajo que no se debe de derivar, existan conflictos acerca de quién toma determinada decisión o, incluso, situaciones incómodas donde un trabajador no sabe a quién hacer caso, es importante que tengamos muy claro el organigrama de nuestra plantilla. Los trabajadores también lo deben de conocer muy bien, por lo que es importante que se lo hagamos saber.
2. Fomentar el respeto del espacio personal y el cuidado de las zonas comunes
Algo desgraciadamente muy común, que suele suceder cuando las personas comparten un espacio limitado de forma continuada en el tiempo, es que se llegue a perder cierto respeto por el espacio personal de los demás. Esto es algo tremendamente perjudicial para el ambiente de cualquier empresa u oficina; tenemos que evitar estos conflictos fomentando el respeto del espacio de los demás, sobre todo para que no se pierda el tiempo en discusiones innecesarias.
Una cosa muy parecida debemos decir de los espacios comunes de una empresa, sean los pasillos, baños, salas de reuniones, cocinas en su caso y demás espacios que se compartan entre todos. Ya no solo por respeto a los clientes, en el caso de empresas abiertas al público, sino también para fomentar un buen ambiente de trabajo, es importante procurar la limpieza del lugar, que no se haga ruido de más y que se cuide el mobiliario.
3. Motivar a los trabajadores con concesiones puntuales
Las campañas de descuentos, por ejemplo, las que se hacen para aumentar las ventas en navidad, están evidentemente destinadas a motivar a los clientes a venir a consumir a nuestra empresa, o bien para fidelizar a los clientes que ya tenemos, para no opten por la competencia. Un principio parecido, curiosamente, es perfectamente aplicable a los trabajadores; resulta fundamental mantenernos contentos con concesiones puntuales.
Así, si un trabajador nos pide un permiso para ir al médico, visitar a un familiar que no ve hace mucho, ir a un evento importante (incluso si ninguna de estas cosas está justificada), etc. es una buena manera de mantener a los trabajadores contentos. Lo mismo se puede decir de cosas como el fútbol u otros deportes, por ejemplo, permitiendo que los empleados se vayan antes para ver un partido en alguna ocasión puntual.
4. Invertir en comodidades para los trabajadores
Esto es algo que probablemente muchos trabajadores han sufrido, sobre todo en los pequeños negocios, y es tener jefes que no ponen ni una máquina de café (pudiendo hacerlo, por contar con el espacio y los recursos). Hay que intentar evitar este tipo de conductas, y demostrar a los trabajadores que nos preocupamos por su bienestar, incluso preguntándoles qué se podría mejorar de las comodidades de la empresa (máquinas de café, calefacción, perchas, etc.).
Está más que demostrado, por expertos en psicología del mundo de la empresa, que detalles tan pequeños como los que hemos comentado, y que económicamente representan una inversión mínima, pueden llevarnos a mejorar el rendimiento y facturación de nuestra empresa de forma notable.
5. Hacer seguimiento de la forma en que se relacionan los trabajadores entre sí
Aquí lo que pretendemos no es decir que debamos de estar atento a las redes sociales de los empleados, ni muchísimo menos. Lo que tratamos de decir es que, para fomentar un buen entorno de trabajo, es importante hacer un seguimiento general de cómo se relacionan las personas de nuestra empresa entre sí. Incluso si no detectamos ningún problema, no está mal intentar estar al tanto de que todos se lleven bien, y que no existan problemas personales importantes que estén perjudicando el rendimiento del personal.
Si detectamos un problema, más que pretender "castigar" a los empleados que tienen el problema, debemos de intentar reconducir la situación, adoptando una postura de mediación, intentando no mostrar públicamente preferencia por la postura de uno o de otro. Esto es algo que valorarán muy positivamente, aunque no se de forma consciente, los trabajadores de nuestra empresa.