Marta 
Muchos son los autónomos que se plantean, en algún momento determinado de su actividad, constituir una SL; aquellas personas que están pensando emprender, pero que aún no lo han hecho, tienen incluso más dudas acerca de si usar una SL o no.
Son muchos los aspectos que se deberían de cubrir para analizar correctamente esta cuestión de importante envergadura profesional. Ahora bien, sí podemos dar algunos apuntes generales acerca de cómo tomar la mejor decisión empresarial posible.
- 1. Ser un empresario o profesional autónomo
- 1.1. Principales ventajas de ser autónomo
- 1.2. Algunos inconvenientes de los autónomos
- 2. Constituir una sociedad limitada
- 2.1. Las ventajas de usar una sociedad
- 2.2. La problemática de la sociedad mercantil
Ser un empresario o profesional autónomo
Ya muchos conocen cómo funciona, al menos de manera genérica, el Régimen de los Trabajadores Autónomos, normalmente conocido como RETA; si bien esto no es todo lo que se tiene que decir respecto de los autónomos, es fundamental tener claras las ventajas y desventajas que tiene cotizar por este sistema. En todo caso, nos vamos a enfocar más en la contabilidad, tributación y aspectos civiles-mercantiles de ser autónomo.
En ese sentido, y vista la imposibilidad de abarcar un tema tan amplio y con tantos matices en un espacio reducido, vamos a intentar hacer una síntesis de las cosas más importantes que debes de saber. A continuación, y en otras entradas de este Blog, podrás encontrar la información necesaria para orientar mejor tu decisión final, tanto si ya has emprendido como si piensas hacerlo próximamente.
Principales ventajas de ser autónomo
Una de las ventajas más interesantes de ser autónomo es la sencillez de los trámites que se deben de hacer para empezar la actividad. Tendrás que utilizar el modelo 036 y tramitar la correspondiente alta en la Seguridad Social. Una vez llegados a este punto, que realmente es rápido y sencillo, ya puedes empezar a ejercer la actividad consignada en el IAE. Sí, es tan sencillo como es, aunque también verás que todo esto tiene una contrapartida.
Pero, antes de mencionar algunos problemas que tiene emprender y facturar como trabajador por cuenta propia, tenemos que mencionar otro aspecto interesante; tributarás por IRPF, a través de rendimientos de actividades económicas y, normalmente, esto sale más barato fiscalmente si tu actividad no genera sumas de dinero muy grandes. Por eso ser autónomo suele ser una vía interesante para empezar una empresa.
Algunos inconvenientes de los autónomos
El principal problema que tiene el ser autónomo conecta con la última ventaja que mencionamos, que es la otra cara de la moneda de la tributación directa. Si bien se factura IVA tanto si eres autónomo como si eres sociedad, el IRPF sí podría llegar a ser un problema si estás facturando mucho (que al final, suponemos, es a lo que aspiras). Por otra parte, y de caras a expandir tu negocio, ser autónomo no permite tan fácil la asociación con otros empresarios, pues esta figura no está pensada para este tipo de empresas con varios socios.
Otro problema que tiene ser autónomo, y sobre todo cuando apenas empiezas la actividad, es que no te podrás beneficiar de determinados incentivos fiscales que se contemplan en el impuesto sobre sociedades (que, respecto de lo que ahora nos ocupa, solo sería aplicable a las sociedades mercantiles). Esto es algo que, en todo caso, se debe de valorar caso a caso, considerando ante todo la proyección económica que tiene el negocio al inciar la actividad.
Constituir una sociedad limitada
En detrimento de las ventajas que hemos dicho, y en contraposición a las desventajas que hemos apuntado, tener una sociedad mercantil de responsabilidad limitada (o directamente SL) es una posibilidad que también debemos de valorar. Otra cosa, por cierto, es si es más conveniente tener una SA o una SL, cuestión que ahora no vamos a entrar a valorar, principalmente porque las PYMEs y pequeños emprendedores no suelen necesitar de la sociedad anónima para operar correctamente en el mercado. En todo caso, y siempre que tengamos dudas acerca de este tipo de cuestiones, puede ser buena idea consultar con un experto en la materia para que nos asesore correctamente.
Como último apunte, antes de entrar a enumerar las principales ventajas y problemas que se derivan de la utilización de una sociedad mercantil, debemos decir que la SL se puede usar incluso si no tienes ningún socio. En ese sentido, no hay que olvidar que en España existe la figura de la sociedad limitada unipersonal (SLU), por lo que perfectamente podemos ser los socios únicos de una SL y actuar en el mercado a través de ella.
Las ventajas de usar una sociedad
La sociedad limitada es ideal para cuando nos queremos asociar con otro empresario o emprendedor, puesto a que en la propia Ley de Sociedades de Capital se establecen normas de funcionamiento interno y externo que, a falta de pactos expresos en aquellas cosas que quedan a la libre elección de los socios, nos ayudan a gestionar la empresa de forma ordenada y pacífica. Entre otras cuestiones, veremos que la ley regula cómo se acuerdan decisiones importantes, cómo se deben de distribuir los dividendos, entre otras cuestiones de interés que aportan seguridad a los socios.
Por otra parte, y hablando ya del aspecto estrictamente fiscal o tributario de la sociedad limitada, vemos que el impuesto de sociedades puede llegar a ser una vía más conveniente en algunos casos, frente a la tributación del empresario autónomo. Tenemos incentivos fiscales cuando abrimos el negocio, un tipo fijo del 25%, algunos incentivos fiscales para el ahorro y la financiación interna y externa, entre otras ventajas fiscales que son interesantes, sobre todo para las PYMEs (que están en un régimen especial del impuesto, con todavía más ventajas impositivas).
La problemática de la sociedad mercantil
Si bien lo que hemos dicho de la SL, tanto en los aspectos organizativos como fiscales suena bastante bien, no es menos cierto que también tiene algunos problemas el uso de este tipo de estructuras mercantiles. Por una parte, se ven incrementadas nuestras cargas tributarias indirectas (es decir, las obligaciones formales de informar a la administración), así como nuestras obligaciones contables; respecto de esto último, son mucho más estrictas las normas contables para las sociedades que para los autónomos, y existirá más carga de trabajo en este aspecto.
También es cierto que un programa de facturación, como Factura2, nos puede ayudar a mejorar la fluidez de todas estas cargas extras, pero, aun así, puede que se vuelva imprescindible tener que contar con un asesor o gestor, para que nos ayude con los impuestos y demás obligaciones que toda empresa debe de cubrir para poder hacer todas las gestiones de manera correcta y dentro de los parámetros legalmente establecidos.
