Cómo calcular el finiquito por fin de contrato

Cualquier empresario que tenga una plantilla y que ya lleve algunos años gestionando su negocio sabe que un despido nunca es algo agradable. Los finiquitos se dan en estas situaciones, aunque también aparecerán cuando es por finalización del contrato.

En todo caso, y más allá de las razones por las que termina una relación laboral concreta, los finiquitos van a estar presentes en todas estas finalizaciones. Es importante saber qué es y cómo se debe de calcular.

Qué es un finiquito por fin de contrato

Un finiquito es un documento de contenido estrictamente económico. No es así en el caso de una carta de renuncia, una carta donde se comunica un despido o una comunicación indicando que un contrato por tiempo definido ha llegado a término. Todos estos documentos relatan cuestiones fácticas y jurídicas.

El finiquito se debe de sustentar, como no podría ser de otra forma, en el cumplimiento de las leyes laborales (por ejemplo, el Estatuto de los Trabajadores) y en las cláusulas del contrato que exista entre la empresa y el trabajador. Pero lo que veremos en él serán las liquidaciones concretas que falten por hacer: sueldos por pagar, vacaciones no disfrutadas, dineros pendientes y, en su caso, indemnizaciones por despido.

Cuándo se debe de entregar al trabajador

Así como sucede con otros documentos del ámbito laboral, como puede ser el informe de vida laboral, el finiquito aparece en momentos muy concretos. No tendría ningún sentido de hablar de finiquito si no estamos frente a la finalización de una relación de trabajo; no hablamos aquí, en principio, de autónomos subcontratados.

Por la propia naturaleza de este documento económico, debemos de realizarlo y entregarlo al trabajador cuando finalicemos la relación de trabajo. Normalmente es conveniente entregar esto acompañado de la carta de despido, o de otras comunicaciones si no estamos frente a un despido.

Cómo afrontar el fin de un contrato laboral

Hay tres razones básicas por las cuales puede terminar un contrato de trabajo, al margen de otros casos menos comunes, y son: despido, renuncia y fin del contrato por tiempo definido. Esta última es una situación que es muy común en sectores con muchas campañas de temporadas, como la hostelería.

En el caso de las renuncias, poco podemos hacer porque se suele tratar de un acto voluntario de los trabajadores. Ahora bien, es importante despedir con mucha cautela si eso es lo que queremos hacer. Por una parte, puede ser perjudicial para el ambiente de trabajo, y por otro puede generar la obligación de indemnizar al trabajador, existiendo por tanto un coste más o menos importante.

Calcular el finiquito

Llegados a este punto vamos a comentar lo que probablemente pueda resultar más importante para la mayoría de personas que tienen una plantilla, y que se ven con el problema de tener que hacer un finiquito. En realidad, es una cuestión relativamente sencilla, sobre todo en el caso de PYMEs.

Hay que tener en cuenta los elementos que hemos comentado: salario pendiente a pagar, proporcional a la cantidad de días que faltan (no se debe de pagar el mes entero), cualquier cuestión que esté aún pendiente de pago, calcular las vacaciones no disfrutadas (si las hay) y la indemnización (si es despido).

Metodología más sencilla

Realmente la forma más sencilla de llevar este tipo de trámites y gestiones es por medio de un gestor o asesor que nos lleve la materia laboral. Esto es muy importante, sobre todo, en casos de despidos; hay aplicaciones y programas para calcular indemnizaciones, pero este no es siempre un tema tan sencillo como parece.

Al margen de esto, simplemente debemos de hacer una sumatoria de las cantidades adeudadas al trabajador. Y, por supuesto, calcular correctamente la proporción de dinero que corresponde al trabajador que no ha trabajado el mes completo. Con todo esto, tendremos nuestro finiquito listo.

Consideraciones legales del despido

Como decíamos, la indemnización por despido puede ser un tema complicado de entender si no tenemos mucho conocimiento de la materia laboral. Sin embargo, esto no es lo único que debemos de tener en cuenta cuando estamos procediendo a un despido.

Es fundamental tener claro que estamos despidiendo de forma legal, pues los despidos pueden ser procedentes o improcedentes. En el segundo caso, el trabajador nos puede llevar a juicio y el juez puede obligarnos a indemnizar aún más, o bien readmitir al trabajador dentro de la empresa.

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