Ahorrar dinero en el marco de tu empresa es fundamental para poder obtener mayores cuotas de rentabilidad. En ese sentido, hay que tener en cuenta que no solo hace falta tener unos buenos niveles de ventas, sino que también es importante reducir costes.
Y precisamente porque la reducción de costes operativos, y el ahorro en el marco de cualquier negocio, es algo crucial para poder tener una empresa exitosa, daremos algunos trucos o consejos prácticos para lograrlo de la mejor forma posible.
- 1. 5 trucos para ahorrar dinero en tu negocio
- 1.1. 1. Reducir gastos y costes innecesarios
- 1.2. 2. Utilizar las redes sociales para publicitar
- 1.3. 3. Optimizar la gestión interna
- 1.4. 4. Repartir correctamente el trabajo
- 1.5. 5. Organizar correctamente el trabajo
5 trucos para ahorrar dinero en tu negocio
Antes de entrar a relatar y describir los consejos que queremos ofrecerte, hay que tener muy claro una cosa previa; estos trucos no necesariamente funcionarán igual de bien en todos los negocios. Debido a la enorme diversidad de actividades que se desempeñan en el mercado, solo podemos ofrecer consejos generales. Aun así, y aplicando unas pequeñas modificaciones y adaptaciones, todos estos tips pueden resultar muy beneficiosos.
En ese sentido, reducir los costes de funcionamiento, evitar gastar dinero en bienes que realmente no necesitamos, sobredimensionar la plantilla o reducirla demasiado, pagar mucho o incluso muy poco, son distintos factores que pueden producir importantes dolores de cabeza a cualquier gestor de una empresa. A continuación, veremos algunos trucos que además intentan atajar errores bastante comunes en la práctica empresarial del día a día.
1. Reducir gastos y costes innecesarios
Hay muchos costes que pueden llegar a ser innecesarios; otros pueden parecerlo a la vista de empresarios excesivamente prudentes. Lo importante es determinar acertadamente cuales son aquellos gastos que se pueden resultar inútiles. Así, por ejemplo, gastar demasiado dinero en atenciones a proveedores, clientes y trabajadores puede ser un problema, si bien no hacerlo también puede implicar un problema a corto y medio plazo.
Otro error habitual es pretender que nuestra oficina, o incluso nuestra página web y plataformas virtuales, estén sobredimensionadas. Muchos administradores y gestores intentan, con buena intención, dar una impresión que quizás no se compadece con su verdadera capacidad de gasto. Hay que tener cautela con las reformas de las oficinas, la compra de mobiliario demasiado costoso, de ordenadores que no se necesitan y otros elementos de trabajo que no hace falta que sean, necesariamente, los más caros y exclusivos en el mercado.
Las redes sociales, como ya todos sabemos, son una vía adecuada para publicitar nuestros productos. Sobre todo, cuando nuestros potenciales clientes son personas jóvenes, o de mediana edad, son medios incluso más efectivos que las vías tradicionales de marketing (como la televisión, radio o prensa escrita).
Ahora bien, no es solo ya que las redes sociales son medios efectivos para dar a conocer nuestros productos y servicios (e incluso para prestar atención al cliente), sino que además son mucho más económicos que los medios tradicionales que antes mencionábamos. Esto es fundamental, sobre todo si somos una PYME o un pequeño empresario autónomo que, si bien necesita publicitar sus servicios, también es cierto que tiene que darse a conocer en el mercado.
3. Optimizar la gestión interna
La correcta gestión administrativa de un negocio es más importante de lo que muchos creen de caras al ahorro. Así, es un error muy común que los empresarios no atiendan lo suficiente a la optimización de sus procesos productivos; muchas veces nos enfocamos demasiado en reducir las compras que hacemos a cargo de nuestra contabilidad, pero muy poco en mejorar nuestras gestiones.
En este sentido, una de las cosas que podemos hacer es mejorar la gestión de la facturación en nuestro negocio. Para lograrlo, programas informáticos como Factura2 nos pueden ayudar a optimizar la gestión administrativa, reduciendo tiempo de trabajo que luego podemos utilizar en actividades más rentables. Lo importante, en definitiva, es intentar perder el menor tiempo posible en cuestiones administrativas, y enfocarnos lo más posible en hacer nuestra actividad.
4. Repartir correctamente el trabajo
El correcto reparto del trabajo dentro es necesario dentro del marco de cualquier negocio, incluso si estamos hablando de un solo profesional o empresario autónomo. Es muy común que perdamos el tiempo, y por tanto dinero, repartiendo mal la carga de trabajo que tenemos en nuestro negocio. Hay que decidir qué tareas hace cada empleado o colaborador en cada momento, sobre todo valorando sus capacidades y aptitudes.
Asimismo, la sobrecarga de trabajo puede llegar a ser un problema. Cierto es que todos queremos tener la mayor cantidad de clientes posibles, para así incrementar nuestra facturación por ende nuestras ganancias. Ahora bien, si asumimos trabajo de forma desmedida y no lo repartimos y delegamos correctamente, nos vemos en una situación en la cual no podemos ofrecerles a nuestros clientes la calidad que están buscando.
5. Organizar correctamente el trabajo
De cierta forma este consejo conecta con el anterior, si bien se trata de algo distinto. Aquí lo queremos transmitir es la importancia de tener los trabajadores justos y necesarios para cada tarea; ni más trabajadores que nos permitan ahorrar, pues gastamos en salarios, ni menos de tal forma que la sobrecarga de trabajo que decíamos antes provoque que nuestro negocio se vuelva poco productivo o que disminuya la calidad que ofrecemos al cliente.
También es importante, caras a ahorrar nuestros recursos humanos y materiales (que al final implica directamente ahorrar dinero), escoger bien a nuestros clientes cuando tengamos la posibilidad de hacerlo. Esto es sobre todo cierto en el caso de empresas que ofrecen servicios y para aquellos que, ofreciendo productos, son proveedores. Tener mucha carga de trabajo de clientes que pagan mal o que pueden no llegar a pagar, nos hará desviar recursos económicos e incluso perderlos del todo.