El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es un tributo al cual los empresarios están muy acostumbrados. Existe la obligación de presentar modelos de liquidación con mayor o menor periodicidad, así como de cumplir ciertos formalismos.
Ahora bien, no siempre se tiene claro cómo funcionan los tipos de IVA reducidos y superreducidos. En algunas empresas se verán muy poco; en otras puede llegar a ser algo bastante común; explicaremos todos los aspectos de esta cuestión a continuación.
- 1. Concepto de IVA reducido y superreducido
- 1.1. Cambios de los tipos de IVA
- 1.2. Facturación del IVA reducido y superreducido
- 2. Servicios y productos con tipos bajos de IVA
- 2.1. IVA reducido
- 2.2. IVA superreducido
Concepto de IVA reducido y superreducido
El IVA tiene un tipo, o tarifa, general del 21%; esto es lo que debe de pagar el cliente de impuestos, por un producto o servicio, en la mayoría de los casos. Como sabemos, esto tendremos que ingresarlo con distintos modelos de liquidación posteriormente, como es el caso del conocido modelo 303.
Ahora bien, este no es el único porcentaje aplicable en el caso del IVA. Hay otros productos y servicios a los cuales se les aplica el llamado IVA reducido o superreducido. De esta forma vemos que existen varios tipos de IVA; conocer cuáles son, cuándo se usan y cómo debemos de facturarlos es absolutamente necesario para no cometer errores a la hora de gestionar este impuesto.
Cambios de los tipos de IVA
Los tipos de IVA pueden cambiar constantemente a lo largo del tiempo. Cada ciertos años, sobre todo cuando existen cambios de gobierno o situaciones económicas complicadas, se pueden ir cambiando estos tipos. Normalmente, todo sea dicho, estos tipos suelen subirse, y no bajarse, cosa que al final perjudica al cliente pues el producto se hace más caro.
Actualmente el tipo reducido es del 10% y el superreducido es del 4%; esto es así en toda España, salvo Canarias. En las Islas Canarias no existe el IVA como tal, pues allí se usa el llamado IGIC. En Ceuta y Melilla, por otra parte, tampoco hay IVA, sino que se usa el IPSI. Todo esto hay que tenerlo en cuenta pues, en estos territorios, los tipos pueden variar y no ser los mismos que en el resto del país.
Facturación del IVA reducido y superreducido
La forma en la que debemos de facturar el IVA cuando es reducido y superreducido realmente no presenta un problema demasiado importante. Simplemente debemos de identificar, claramente, que productos llevan que tipo y luego ajustar el porcentaje que aplicamos a los productos o servicios en la factura.
De esta forma, si tenemos unos productos por valor de 100 euros y el tipo es el general, la factura total será de 121. Pero si aplicamos el superreducido, porque la ley así lo determine, tendremos un precio total de 104 euros (4% de 100 euros = 4 euros). En todo caso, todos estos cálculos serán más sencillos y llevaderos si los hacemos con un programa de facturación especializado.
Servicios y productos con tipos bajos de IVA
Tanto en la ley del IVA, como en el reglamento de este impuesto, vemos que se hacen listados y precisiones acerca de los distintos productos y servicios con un tipo más bajo que el general. Es fundamental, como decíamos hace un momento, que conozcamos si vendemos un producto u ofrecemos un servicio al que se le aplique estos tipos.
En el caso de no aplicar el IVA correctamente estaríamos cobrándole al cliente más dinero del que realmente le debemos de cobrar; por otra parte podríamos incurrir en algún tipo de irregularidad a la hora de declarar el IVA, pues no saldrán bien hechos los cálculos si no aplicamos bien los tipos en un primer momento. En caso de dudas, puede ser buena idea consultar con un experto antes de cometer errores.
IVA reducido
El IVA reducido se aplica a una gran variedad de productos y servicios, básicamente para incentivar un poco su consumo o porque se trata de cosas que requieren cierta protección por parte del estado, para que su compra no sea tan cara. Un ejemplo claro de esto es el agua, que tendrá un IVA del 10%, es decir, el tipo reducido.
Otros servicios o bienes con el tipo reducido son los siguientes: transporte de personas, hostelería, entradas a eventos deportivos, la mayoría de los alimentos que no sean superreducidos, gafas graduadas, reparaciones de edificios, servicios de recogida de residuos, medicamentos para animales, servicios de biblioteca, arrendamientos con opción a compra, entre otros.
IVA superreducido
Si decíamos que el IVA reducido intenta, de cierta forma, beneficiar el consumo de ciertas cosas o proteger a las personas para que no sean tan caro comprar ciertos productos, esto es incluso más cierto en el caso del tipo superreducido. Las medicinas, por ejemplo, son un claro ejemplo de producto con IVA al 4%.
Sin embargo, podemos hablar de muchos otros servicios y, sobre todo, productos con este IVA bajo: pan y harina, frutas, verduras, queso, huevos, leche, libros, revistas, cuadernos, mapas, prótesis e implantes, vehículos para personas con problemas de movilidad, etc.