Es bien sabido por todas aquellas personas que tienen pequeñas o medianas empresas, y aquellos que apenas están empezando un negocio, que la financiación es uno de los aspectos más problemáticos de cualquier tipo de emprendimiento debido a su escasez.
Si estás buscando nuevas vías de financiación, puede que sea interesante considerar aquellas entidades que funcionan con capital riesgo, para que financien tu negocio. Veremos en qué consiste todo esto, y cómo puede ayudarnos a despegar al comienzo.
- 1. Qué es el capital riesgo
- 1.1. Tipos de empresas que se suelen financiar
- 1.2. Regulación del capital riesgo
- 2. Diferencia entre capital riesgo y business angels
- 3. Cómo puede ayudar el capital riesgo a mi negocio
- 3.1. Fase inicial o de crecimiento
Qué es el capital riesgo
Antes de hablar de los beneficios que puede traer el capital riesgo para cualquier empresario que esté buscando financiación, es importante que definamos muy bien en qué consiste esto, para que aquellos que aún no lo tengan demasiado claro puedan tenerlo como una alternativa viable. Básicamente, como se desprende de lo dicho hasta el momento, es un método más de inversión como los business angels.
Las entidades de capital riesgo, que normalmente son como fondos de inversión especializados en emprendimientos, son agrupaciones de inversores que deciden invertir su patrimonio en operaciones de cierto riesgo (medio o alto riesgo), de ahí que reciban este nombre. Normalmente buscan arriesgar su capital en empresas tecnológicas o con ideas innovadoras que pueden llegar a ser muy rentables.
Tipos de empresas que se suelen financiar
Más allá de las metodologías empresariales, como el lean-startup, o estructuras societarias concretas, lo que aquí importa es el tipo de actividad que se va a desarrollar por parte de la empresa que quiere ser financiada. El capital riesgo está enfocado, como decíamos, en empresas novedosas o tecnológicas que están iniciando. El riesgo es alto, pero los frutos para los inversores pueden ser enormes si el negocio va bien.
Sectores como la robótica, biotecnología, big data, desarrollo de aplicaciones o software, empresas dedicadas al I+D u otras que tengan actividades con alto valor añadido, son aquellas que resultan más atractivas para los inversores de capital riesgo. Empresas sin ideas novedosas, incluso aunque puedan ser rentables, no son muy llamativas para este tipo de sectores.
Regulación del capital riesgo
A diferenciar de otras vías de inversión y de otro tipo de entidades dedicadas a estas actividades, que se rigen por normativas más genéricas, las entidades de capital riesgo están especialmente reguladas por una Ley específica de este sector. Cierto es que esto no afecta, en principio, a las empresas que buscna la financiación, sino que importa más a las entidades que agrupan los capitales para invertir. No obstante, es bueno saber que dichas entidades se someten a cierto control.
Si vamos a ser beneficiarios de los fondos de una entidad de capital riesgo, es fundamental que tengamos cierta certeza de que se trata de un fondo solvente y serio. Hay algunos de ámbito y alcance internacional, y otros locales; lo importante es que tengan recursos suficientes como para financiar nuestro proyecto y que funcionen de acuerdo con la Ley que comentábamos.
Diferencia entre capital riesgo y business angels
Si bien puede existir cierta confusión entre el capital riesgo y los business angels, vía de inversión, esta última, que comentamos ya en otro artículo, es necesario saber que no son lo mismo. Realmente, en lo único en lo que se parecen es que los business angels y el capital riesgo son dos buenos métodos para obtener recursos financieros.
En todo caso, y para evitar cualquier tipo de confusión, daremos a continuación algunas pautas para diferenciar correctamente estos dos tipos de vías de inversión empresarial:
Las entidades de capital riesgo suelen tomar el control de parte de nuestros activos, mientras que los business angels participan del patrimonio de nuestra empresa.
Un fondo de capital riesgo está especialmente regulado por su normativa propia, y controlado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores; los business angels no comparten esta normativa específica.
El capital riesgo se suele enfocar en empresas de alto valor añadido, tecnológicas, innovadoras o startups; esto no es necesariamente así en el caso de los angels, y dependerá mucho de cada inversor concreto.
Los fondos de capital riesgo son una suerte de fondos de inversión, o agrupación colectiva de inversores. Los business angels pueden ser personas físicas acaudaladas, que operan de cierta forma como una especie de mecenas, si bien es cierto que también buscan obtener rentabilidad de la inversión que hacen en nuestra empresa.
Cómo puede ayudar el capital riesgo a mi negocio
Acudir al capital riesgo como vía de inversión, para capitalizar nuestro negocio y tener suficientes recursos para empezar o crecer, puede ser una opción útil a la hora de proyectar nuestro negocio al futuro, buscando mejores niveles de rentabilidad. Como cualquier otra vía de inversión, como el crowdfounding, vale la pena tenerlo muy en cuenta en todos los casos.
Hay que tener claro, sin embargo, que se no siempre todos los negocios pueden ser buenas opciones a ojos de las entidades de capital riesgo. Además de otros requisitos, que normalmente son planteados por cada fondo, dependiendo del riesgo que busquen asumir, es normal que se rechacen empresas que no tengan las características de emprendimiento que comentamos hace un momento. En todo caso hay que informarnos para nuestro caso concreto y estar abierto a cualquier buena posibilidad de apalancar nuestra empresa.
Fase inicial o de crecimiento
Durante las fases iniciales de un negocio es cuando más inversión de terceros se suele necesitar para que el mismo pueda arrancar. Como sabemos sobradamente, los bancos y otras vías tradicionales de financiación están otorgando muy poco crédito desde la crisis, o lo hacen con tipos de interés poco ventajosos. Por eso esta vía puede ser muy útil para empezar si buscamos a un fondo de capital riesgo que quiera invertir en nuestro proyecto.
Asimismo, podemos acudir a este tipo de financiación externa cuando queremos emprender una nueva rama de actividad comercial o industrial, o cuando queremos proyectar nuestro negocio a otros territorios o países, con la intención de buscar mayores niveles de productividad y facturación.
Tanto para un caso como el otro, es importante que tengamos un plan bien diseñado, con modelos de negocio sólidos y realistas que puedan ser atractivos para los inversores.