Todos los empresarios son conscientes que el cobro de las facturas que han emitido a sus clientes algo de vital importancia para que un negocio pueda operar. Si no cobramos, no ingresamos y por tanto podemos tener graves problemas.
En este artículo veremos la importancia de cobrar las facturas a tiempo, así como qué podemos hacer para agilizar el cobro de las mismas. Finalmente, y como última vía de resolución de un conflicto, explicaremos que vías judiciales existen para cobrar.
- 1. La importancia de cobrar las facturas
- 1.1. La necesidad de tener liquidez
- 1.2. Operar ingresos y gastos con normalidad
- 2. Cómo cobrar nuestras facturas
- 2.1. Negociar con los clientes
- 2.2. Acudir a las vías judiciales
La importancia de cobrar las facturas
Parece algo evidente: cobrar las facturas que emitimos es una de las cosas más importantes en cualquier empresa. Por desgracia esto es a veces mucho más complicado de lo que parece. Sea porque nuestro cliente está en quiebra, existe alguna discrepancia sobre el producto o servicio que le hemos dado o directamente porque no quiere pagar, el no cobrar puede afectar mucho a nuestra tesorería.
Es por eso por lo que, en primer lugar, y sobre todo para aquellos empresarios autónomos que están empezando su actividad, veremos la importancia que tiene la liquidez en el marco de cualquier tipo de actividad empresarial.
La necesidad de tener liquidez
Cuando buscamos ingresos extras o emprendemos alguna nueva estrategia de ventas, muchas veces se busca no solo obtener rentabilidad, pero también mejorar la cantidad de activos líquidos que tenemos. Esto, por otra parte, viene perfectamente reflejado en los balances de contabilidad.
Si no tenemos liquidez no podremos pagarles a nuestros proveedores; ellos pueden decidir dejar de trabajar con nosotros, en cuyo caso estaremos ante un problema por falta de stock o suministros. Asimismo, sin liquidez no se pueden afrontar gastos urgentes o extraordinarios que puedan surgir en cualquier momento.
Operar ingresos y gastos con normalidad
En lo que respecta a la gestión interna de nuestro negocio, programas modernos como Factura2 nos pueden ayudar a solucionar la edición y creación de gastos, así como la gestión en general en torno a los ingresos.
El problema que podemos tener, más allá del uso de programas informáticos que nos ayuden a mejorar nuestra administración, es el no balancear correctamente los gastos. La única forma de gastar sin ingresar lo suficiente es con endeudamiento; esto, si bien puede ser útil en momento puntuales (por ejemplo, para hacer una inversión), no es algo sostenible en el tiempo.
Cómo cobrar nuestras facturas
Lo normal es no tener demasiados problemas con el cobro de las facturas, en el sentido de que por tener unas cuantas facturas aplazadas o impagadas no va a hacer que nuestro negocio entre en quiebra. Ahora bien, esto puede variar de un negocio a otro; la actividad que tenemos y la salud financiera de nuestra empresa, puede hacer que el cobro de facturas sea más o menos vital en un momento dado.
Por otra parte, no podemos dejar de recalcar que debemos de buscar vías pacíficas para resolver los conflictos de facturas impagadas. La imagen de nuestro negocio, se puede ver perjudicada por políticas de cobro demasiado agresivas. Además, hay que tener cuidado en no incumplir las leyes que protegen a los consumidores y usuarios frente a posibles acosos de las empresas.
Negociar con los clientes
Más allá de realizar llamadas telefónicas o enviar correos electrónicos recordando al cliente que una factura esta atrasada o no ha sido pagada en su totalidad, es fundamental que busquemos formas amigables de hacerlo. Muchas veces sucede que las personas sí quieren pagar, pero que por alguna razón tardarán un poco en hacerlo.
Ser más o menos flexible dependerá de nuestra situación económica y de nuestra buena voluntad. Lo aconsejable es dar un tiempo al cliente para que pague antes de hacer cualquier otro tipo de cosa que pueda resultar más agresiva.
Acudir a las vías judiciales
En aquellos casos en los que veamos que el cliente no piensa pagar, ya sea porque está tardando demasiado o porque nos ha dicho que no nos pagará (por ejemplo, porque cree que no está obligado a hacerlo), debemos de utilizar las vías judiciales para resolver el problema.
Si tenemos una factura vencida, podemos recurrir a un procedimiento monitorio ante un juzgado de lo civil. En los casos en los que el cobro se puede complicar aún más, es probable que tengamos que acudir a un abogado. Si el juicio es favorable para nosotros, la parte contraria podría verse obligada a cubrir los costes en abogados que hemos tenido.