El balance de situación es un tipo de documento que tiene la particularidad de indicar la situación patrimonial de una entidad en un determinado momento temporal.
Por ello incluirá el listado completo de todos los activos, deudas, así como el capital de la organización.
- 1. ¿Cómo se hace el balance de situación?
- 1.1. Clasificación del activo
- 1.2. Clasificación del pasivo
- 1.3. ¿Para qué sirve el balance de situación?
- 2. ¿Cómo podemos hacer un balance de situación?
¿Cómo se hace el balance de situación?
Este documento se divide en dos partes diferenciadas, activos y pasivos:
Los activos son los derechos, bienes, así como cualquier otro recurso económico a través de los cuales el negocio espera tener resultados económicos rentables de cara al futuro.
Por otra parte, los pasivos son obligaciones que la pyme o el autónomo debe de satisfacer y que supondrá una determinada pérdida económica.
Clasificación del activo
El activo se divide, a su vez, en dos clasificaciones diferentes: Activo corriente y activo no corriente:
Activo corriente: (antes llamado activo fijo) en el que se incluye a deudores comerciales, existencias, cuentas pendientes de cobro, así como cualquier tipo de inversión financiera a corto-medio plazo.
Activo no corriente: (También conocido como “activo circulante”) en el que está incluido el material inmovilizado, inversión financieras / inmobiliarias de a largo plazo, material intangible, así como otros tipos de activos.
Clasificación del pasivo
El pasivo se divide en 3 clasificaciones: Patrimonio neto, pasivo no corriente y pasivo corriente:
Patrimonio neto: En este aparato deben de incluirse todos los aportes que los socios/propietarios del negocio hayan llevado a cabo.
Aquí no se incluyen los resultados acumulados o los pasivos exigibles.
Pasivo no corriente: Son aquellas deudas que la empresa puede llegar a presentar y que el tiempo máximo de pago supere el año.
Pasivo corriente: Similar a la clasificación anterior, pero con la particularidad de que el periodo de pago será inferior a 1 año.
¿Para qué sirve el balance de situación?
Podemos entenderlo como si fuera el esqueleto del negocio, la base; nos da información sobre nuestro grado de liquidez para saber si vamos por buen camino, o si hay que reformular las estrategias para lograr nuestros objetivos.
Por ejemplo, vamos a imaginar que hemos preparado este documento y tenemos una enorme cantidad de pasivos que vencen a corto plazo, y muy poca liquidez en activos. Probablemente esta sea una situación en la que no nos queremos ver inmersos, y que requerirá de un cambio inmediato.
Sin el balance de situación no lo habríamos visto.
¿Cómo podemos hacer un balance de situación?
1) Empezaremos registrando los activos circulantes (caja, bancos, inventarios, cuentas por cobrar).
2) Identificaremos los activos fijos.
3) Sumamos el total de todos los activos (tanto los activos fijos, como los circulantes).
4) Identificamos los pasivos circulantes (obligaciones bancarias, anticipos, cuentas por pagar…)
5) Identificamos los pasivos fijos (documentos por pagar, créditos bancarios).
6) Hacemos la suma total de todos los pasivos
7) Ingresamos los montos en la cuenta de capital de la empresa y sacamos el total
8) Verificamos que la suma de los pasivos y el de la capital sea igual al monto del total de activos.
Con este documento presente y con todos los datos de facturación sobre la mesa, determinaremos la viabilidad del negocio.